Los arquetipos de mis ideas.
- Abram Cantero
- 17 sept 2015
- 3 Min. de lectura

Todos (tiendo a generalizar, el león piensa que todos son de su condición) hemos considerado alguna vez la incógnita “de donde surgen las ideas”, formulamos hipótesis al respecto y platicamos con nuestro cerebro para descubrir si existe algún lugar en particular, esperando encontrar una fábrica ficticia donde se guardan nuestros recuerdos, incluso esos de los que no somos conscientes, por ejemplo nuestro parto, nuestros primeros pasos, nuestra primera caída… por lo general las buenas ideas llegan cuando nos encontramos lo más distraídos posibles, abstraídos de esta plataforma terrenal, ya sabes, te quedas mirando la nada mientras esperas a alguien, o mientras estas en alguna conversación que te induce a organizar nuevas líneas de pensamiento, hace poco leí que las buenas ideas surgen en la ducha, desafortunadamente siempre me baño a las prisas y nunca he podido corroborar esta hipótesis.

Pero que pasa detrás de eso, detrás de la placa figurativa del foco encendido encima de tu cabeza y te hace pensar que eso es una buena idea. Me pasa frecuentemente cuando quiero escribir, recapturo un suceso, mi mirada se pierde hasta sublimarlo y el resultado final son estas líneas que están leyendo, hoy especialmente quiero dar por finiquitado esta reflexión: de donde carajos vienen las ideas. El único acercamiento (que podría considerar sustancial) para responder esta incógnita fue en una caricatura, curiosamente, siempre he considerado que las caricaturas reflejan esa realidad alterna de la vida diaria (será por eso que me gustan tanto); en The Avengers, existe una escena que empieza con los protagonistas andando por un universo paralelo, supuse que era un mundo totalmente diferente al nuestro ya que se no observa más que tierra semidesértica, algunos colinas, y un cielo parcialmente estrellado, con unas nebulosas claramente perceptibles, en voz en off se escucha el siguiente guión: “Esto es lo que existe antes del pensamiento…” desafortunadamente no recuerdo más del guión, sin embargo lo pude considerar una epifanía más que suficiente para darme cuenta que al fin alguien (o algo) podía darme respuesta: existe un lugar en el universo de donde vienen las ideas, es decir, un espacio físico quizás diferente a nuestro tiempo de donde provienen, y más allá de eso, sabía que no estaba sólo ante mi interrogante, eso me tranquilizó un poco.
Así que amigo lector, hagamos un experimento, piense en algo novedoso, una idea única, relájese completamente y observe ahí, rumbo a la nada, ¿la consiguió? Digamos por ejemplo: un elefante rosa, en su mente ya está registrado el elefante y el color rosa ¿Dónde está la novedad? Sin embargo considero que para ser escritor uno tiene que tener esa capacidad (igual que en las caricaturas) de transfigurar la realidad, y poder darle vida a ese elefante rosa, que por supuesto mi elefante rosa es muy diferente al suyo, claro si su paciencia como lector y mi aguante como pseudo-escritor nos permitieran compartir nuestros elefantes. Ahí está la novedad, es obvio que no estoy descubriendo el hilo negro.
No obstante, me gusta pensar que las ideas más allá de venir de un lugar físico en el espacio, también provienen de un acercamiento de nuestros ancestros, sólo que somos demasiado ciegos para echar un vistazo a nosotros mismos. Por ejemplo con el elefante rosa, esta idea no fue descubierta por usted sino por un ancestro que tenía ya la patente de este planteamiento y esa idea siempre estuvo dentro de usted. Existe una especie de memoria de los antepasados, que crearon el modelo original y primario en algún arte u otra cosa, un arquetipo vamos, lo que da sentido a la suposición de que todo está en nosotros, quizás por ahí un ancestro mío que vivió en Egipto 4000 a.d.c. manda a través de los genes y cromosomas, una idea que corresponde a su tiempo y no al mío, (mismo espacio en el universo, pero diferente tiempo) y en realidad estoy transmitiendo a través de estas líneas un mensaje muy antiguo, muy arcaico; no tengo otra manera para concluir de donde vienen las ideas, no tengo otra explicación que dar, aparte de que me parece muy bonita. Así, sin darme cuenta, estoy tratando de desenvolver y concluir la idea que produjo algún ancestro mío. No me basta esta explicación, pero me parece sublime.
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