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dietas y otras drogas

  • Foto del escritor: Abram Cantero
    Abram Cantero
  • 20 ago 2015
  • 3 Min. de lectura

Cuando eres estudiante, la vida consiste en: levantarse tarde, dormir

tarde por proyectos o tontos ensayos, cubrir asistencia en la universidad y felizmente realizar tus prácticas, pero cuando eliges el CERESO para hacerlas resulta un tanto complicado en tiempos, lo cual me admitía una dieta sencilla, o por lo menos soportable para mi juventud: coca-cola y cigarrillos, si, para marear el hambre eso era más que suficiente, obviamente diría mi mamá “en tu salud lo hallarás” sin embargo aún no pago las consecuencias de ello.


Hace tres años subí de peso enormemente, bueno, mi perspectiva era bastante diferente a la de los demás, mientras yo me consideraba un hipopótamo los demás sólo referían que estaba un poco pasado de tamales, pero estaba harto ser señalado por “¿ubicas a Abraham? - ooooh si, un gordito” carajo, ¿A quién le va a gustar que lo recuerden o lo refieran por eso?


Así que decidí emprender mi primera dieta, con un poco de ayuda extra, mi nutriólogo (panzón por cierto) recomendó Redotex, una droga que trabaja sobre el hipotálamo para producir el efecto de saciedad mas pronto al comer, además de crear la sensación de sed para que tomes abundante agua; es de efecto prolongado, es decir, que los efectos duran todo el día. La primera semana me resistí a tomar el medicamento, porque estoy domesticado a la idea de que la gloria con atajos y sin esfuerzos no se disfruta igual. Pero honestamente moría de hambre, mi sufrimiento por la comida era tal, que llegué a soñar que me deleitaba con una deliciosa torta cubana, esa noche super que sería bastante dificil, así que empecé a probar la droga.


La gente tiene estigmas mal orientados hacia las drogas, nos han sembrado la semilla de que son una perdición y lo único que conseguiremos será una vida de pena, miseria, muerte y destrucción, además que cuando uno menciona la palabra droga lo primero que viene a la mente es: marihuana y cocaína, ¿me pueden decir que pasa con los antidepresivos, drogas para tratar el TDH, drogas para controlar los impulsos? O con las drogas que construimos para sentirnos mejor ante una crisis: gastar dinero que no se tiene, comprar compulsivamente, criticar los éxitos de los demás, desquitar nuestras frustraciones con los alumnos, decir mentiras... definitivamente hay drogas que construimos y no somos conscientes de ello, pero nos encanta vivirlas, es mas fácil eso a afrontar la realidad: no somos dueños de nosotros mismos.


Me fue bastante bien, baje una talla en una semana, lo cual me asustó un poco, paradójico, quería que el proceso fuera gradual para evitar un rebote, así que deje el medicamento y me dedique únicamente a comer bien, si, había veces que me portaba mal, pero después de 2 años he logrado conservar la talla y peso después de aquel día.


Hoy que estoy en proceso de reconstrucción estoy dispuesto a volver a hacer dieta, esta vez sin drogas, únicamente domesticar mi estómago y hábitos. Me ha ido bastante bien, la diferencia ha sido poco a poco observable para mi y para los otros, encontré una persona que no veía hace unas semanas y su primera expresión fue “te ves demacrado” lo cual me extrañó bastante ya que haciendo a un lado mi estado anímico por este proceso de reconstrucción, en ese momento me sentía bien, me siento bien, y quiero seguir sintiéndome bien, conmigo y con los demás.


 
 
 

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