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De niño quería ser grande...

  • Foto del escritor: Abram Cantero
    Abram Cantero
  • 16 jul 2015
  • 3 Min. de lectura

“Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact discs y abrelatas eléctricos.

Elige la salud: colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo,

elige un piso piloto, elige a tus amigos.

Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de tejidos. Elige el bricolaje y pregúntate quien carajo eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el puto sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de comida basura.

Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima, en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte.

Elige tu futuro. Elige la vida.

Pero, ¿por qué yo iba a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa,

y las razones: …No hay razones.

¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”

Renton (Ewan McGregor, Trainspotting, discurso inicial)

Si, sabemos que madurar es difícil, implica compromiso, madurez, responsabilidad, juicio, seriedad, en otras palabras decisión y, cito a Galatzia, madurar implica “tener los huevos suficientes para aferrarte a lo que más quieres, y cuesta un shingo”(sic)



Ahora siento que tengo el tiempo encima, y no quiero recuperar el tiempo perdido, honestamente creo que lo he (mal)gastado muy bien, pero aun así es terrible pensar lo que puede llegar a ser el futuro, el miedo a lo desconocido, y no tener la certeza de qué es lo que va a pasar, son razones suficientes para flagelar los anhelos de independencia.


¿En serio es tan complicado ser independiente? No, sólo se ocupa de una estabilidad, seguridad, persistencia, virtudes que por una u otra circunstancia la mayoría de mi generación, no suelen tener (admitámoslo, no es que nos dé miedo el compromiso, simplemente lo pensamos hasta 267,487,987 veces antes de hacerlo), levántate para ir al trabajo, regresa a casa, lee, haz ejercicio, platica con tu esposa, planea vacaciones, ve el noticiero para tener un tema de conversación al día siguiente y listo, estas “creciendo”.



Imagina que tienes 99 años, estás en tu lecho de muerte,

y tienes la oportunidad de volver a este momento; ¿Qué harías?

Jerome Jarre - Vinestar.


Pero es ahí donde está el crecimiento, donde está el desarrollo, no puedo estar todo el tiempo como Patricio, enconchado en mi zona de confort, por mucho que quiera. Creo que es momento de empezar a comprometerme conmigo y tomar (más) responsabilidad acerca de qué historia quiero compartir antes de morir.


Si, es difícil madurar, y más cuando de niño quería ser grande, no adulto.

“….Entonces, ¿por qué lo hice? Podría ofrecerles un millón de respuestas, todas falsas.

Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar, yo voy a cambiar.

Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás,

ir por el buen camino y elegir la vida.

Estoy deseándolo, voy a ser igual que ustedes.

El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, teleconcursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal...

ir tirando, mirando hacia delante hasta el día que te mueras."

Renton (Ewan McGregor, Trainspotting, discurso final)




 
 
 

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