El grito de guerra
- Abram Cantero
- 15 may 2015
- 2 Min. de lectura

En los anales de la historia existen vestigios que quedan guardados para la posteridad, por ejemplo, en las épicas batallas que lidiaban los ejércitos, su comandante, capitán, coronel, gerente, jefe, patrón, o como se llame, se colocaba al frente del escuadrón para dirigirles un discurso motivador, inspirado en las bondades de las causas que estaban defendiendo, enalteciendo así el honor entre sus miembros y seguidores, este discurso tenía que cerrar con un grito de guerra, el cual tenía que ser liberado en el momento justo, donde se alinearan los astros y surgiera una sinergia entre los escenarios emocionales, climatológicos y psicológicos, a fin de glorificar el discurso y la dignidad del batallón dejando el corazón en la batalla. Por mencionar algunos gritos de guerra históricos, los pilotos japoneses kamikaze ensalzaban sus hazañas con un “Banzai” que significa “diez mil años” en japonés, por su parte, el ejército británico utilizaba el “Hurra” que corresponde al derivado del verbo “matar” en turco, y en México tenemos el “eeh puto!” grito de guerra para desconcertar e intimidar (¿neta?) al adversario en las más épicas batallas dentro y fuera del país, grito de guerra que rinde honor y homenaje a los héroes que nos dieron patria, pero sobre todo, a aquellos héroes que durante 90 minutos logran concretar una solidaridad nacional pura, que permea en los corazones de todos y cada uno de los habitantes de esta nación. Total, mexicanos al grito de guerra. (Recomiendo el stand-up de El chaparro Salazar, donde hace un brevísimo monólogo de los discursos de guerra, dejo el link más abajo.)
En mi trabajo hemos consolidado un grito de guerra, consiste en un “FUUGAA!” voz en cuello que detona una serie de emociones y sentimientos relacionados con plenitud, satisfacción, goce, alegría, en otras palabras: felicidad. Como los demás bramidos, este tiene que ser canoro, a los cuatro vientos, presumiendo cual pavorreal ensanchado que has terminado los pendientes laborales, por que las peores batallas son contra todos esos formatos y reportes con fecha de entrega para ayer y como buen Godínez pasas a cerrar tus las páginas de Word o Excel, tus redes sociales, el reproductor de música o radio, tomas tu saco para pasarte a retirar a sufrir el mal de puerco en otro lado. Tranquilo Godínez, total, los pendientes te seguirán esperando mañana.
Decía Cortázar “Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.” En ese mismo calibre, el grito de guerra se goza o se sufre, depende del lado de la cancha que estés, si estas con los que se retiran contentos y satisfechos, o con los que hacen horas extras para desahogar los pendientes.
y como ya es hora ¡FUUGAA!
Stand Up - El Chaparro Salazar. https://www.youtube.com/watch?v=7HDXFrqzsNo
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