Palabrerías.
- Abram Cantero
- 23 abr 2015
- 2 Min. de lectura

Bien dice Chava Flores “los mexicanos tenemos muchas cosas para ser mexicanos, inconfundibles, una de las cosas que nos distinguen de otros, es la agilidad con la que resolvemos los problemas, con que aventamos y culpamos a los demás de lo que hicimos, casi todo lo hacemos con la palabra, con la mente y con el pensamiento, pero la palabra del mexicano es muy importante, cuando quiere decir algo, tiene muchas formas de expresarlo, de decirlo, y es solamente en México donde se acostumbra este idioma, es el idioma del mexicano.”
Una de las cosas que más gustan de México es la cultura en su palabra, me refiero al basto juego de palabras que se puede hacer con su lenguaje, el albur por ejemplo, no hondaré en el aspecto cultural que refleja el albur: el sometimiento del otro, donde se involucra nuestro ingenio para imponer la superioridad frente al otro. Aunque reflexionando un poco más en eso, esta cuestión de imponer sobre el otro tiene ciertos tintes homosexuales, no se ofenda estimado lector, pero el hecho de “ensartar” a mi oponente aunque sea en sentido figurado no me parece un acto varonil, aun así no deja de ser divertido.
Regresando al tema, el juego de palabras me resulta verdaderamente encantador, involucra ingenio, agudeza, chispa, sutileza, un sinfín de características que involucran procesos de pensamiento superiores para no terminar sometido. Además este juego de palabras requiere malicia, reflejada unas líneas antes, con la palabra “ensartar”, se sabe bien a lo que me estoy refiriendo, hay ocasiones en que este juego de palabras resulta sumamente gracioso.
Aquí un breve, pero significativo ejemplo de juego de palabras que jamás me aburrirán:
No pues yo como pura cosa fina, mejor invítame una langosta.
¿a poco se te antoja la angosta?
O mi favorita
¿Qué vas a comer? Que te parecen unos camarones en el centro, yo disparo.
Pero eso es en una cultura popular, donde la jerga del folklor se hace presente, hay otros contextos culturales donde la Lengua Mexicana cobra otro valor en este campo semántico del juego de palabras.
En el marco del Día Mundial del Libro, la casa de la Cultura de Aguascalientes celebró con una lectura en voz alta, conmemorando a dos artistas de la palabra, Edmundo Valadez y Fernando Del paso, haré énfasis en el segundo, que me causo más conmoción debido al ingenio que aplicó en su obra “De la A a la Z” , aquí, Del Paso elabora un poema por cada letra del abecedario, algunos son muy alegres, otros muy tristes, otros muy toscos, otros inocentes, en fin, son 21 pequeños poemas que seguramente a usted lector le dejaran algo.
Para terminar, Les comparto uno de sus poemas, me pareció muy simpático:
La r
Otra cosa nadie espere:
un cerro se vuelve “cero”,
y un perro se vuelve “pero”
si la “erre” se hace “ere”.
Al revés, que nadie yerre [se equivoque],
y para que quede claro:
deja un carro de ser caro
si la “ere”, se hace “erre”.
pueden revisar tambien una canción de Chava Flores que refleja precisamente el juego de palabras que tanto se ha mencionado: https://www.youtube.com/watch?v=O8nJxwKfTrw
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