top of page

Comprador Consciente

  • Abraham Cantero
  • 18 mar 2015
  • 2 Min. de lectura

comprador.jpg

Soy un comprador sumamente consciente, cada semana hago un pequeño apartado de dinero antes de decidir mi nuevo capricho o necesidad, éste, debe pasar una infinidad de filtros en mi cabeza que van desde la utilidad que le voy a dar, la comodidad que me podrían proporcionar, características relevantes e irrelevantes para mi vida, momentos en que lo usare, hasta el color y la más importante: si en verdad lo necesito.


Cada que decido comprar algo se abre un nuevo cajón en mi cabeza, donde guardo todos los elementos que incluyen el campo semántico de ese producto, y cada día, camino al trabajo, camino a casa de Angélica, en mis paseos de la tarde, abro el cajón y empiezo a repasar todas mis notas mentales que he guardado en ese día, las examino una a una, detallada y detenidamente, puedo tardar días en decidir cerrar el cajón o tirar todas estas notas al viento, o simplemente lo reemplazo con algún nuevo cajón.


La que más sufre es Angélica, ya que ha habido ocasiones en las que me he atrevido a abrir el cajón en su compañía, ensimismado y exiliado por gusto en mi cabeza empiezo a repasar todas las notas del día haciendo de lado por completo su compañía, obviamente no espero que ella sepa lo que está pasando por mi cabeza, sé que no tiene una bola mágica que le revele todos los procesos vertiginosos que transcurren ahí. Después de un rato, extrañada por tanto silencio (me asombra ahora que ha logrado clasificar mis tipos de silencios) irrumpe con un “¿qué piensas?” me limito a un “nada” queriéndome encerrar de nuevo en mi sótano a examinar mis notas.


De vez en cuando me atrevo a compartirle una que otra nota, a veces, hace lo posible por complacerme fingiendo interés, lo cual le agradeceré ínfimamente ya que ayuda a darme otro panorama de las cosas, me regaña por idear la compra de algún objeto inútil, se sorprende cuando le describo algunas características de los productos, o hay veces que simplemente no quiere participar en mis reflexiones, lo resuelve con un “pues evalúalo”, dejándome frustrado con un escritorio mental lleno de notas desembocadas por el cajón “X” que decidí abrir en su compañía.


 
 
 

Comments


Recientes
Archivo
Search By Tags
bottom of page